Iniciar un nuevo acuario no es simplemente llenarlo de agua y añadir peces. Es un proceso complejo pero fascinante de formación de un sistema biológico estable, basado en el ciclo del nitrógeno. La salud de los futuros habitantes y la estabilidad general del ecosistema dependen de lo correcta y pacientemente que se lleve a cabo esta etapa preparatoria. Los acuariofílicos experimentados recomiendan seguir un estricto plan de 30 días para asegurar la maduración completa de la biofiltración.