El anhelo de una armonía perfecta subyace en toda forma de arte, y la acuarística no es una excepción. Crear un paisaje submarino que evoque una sensación de paz y placer estético requiere no solo conocimientos de biología, sino también una comprensión de la composición visual. En este contexto, la proporción áurea, o la regla 1.618, se convierte no solo en una fórmula matemática, sino en una poderosa herramienta para alcanzar la perfección en el paisajismo de acuarios.